Un evento corporativo es un acto social de la organización dirigido a sus clientes actuales, clientes potenciales, empleados, proveedores y otras personas que tienen interés por nuestra marca.
Las empresas realizamos eventos corporativos con un objetivo dentro de la estrategia general de comunicación: presentación de una nueva sede, producto o servicio; una fecha señalada o aniversario; mejorar o consolidar nuestra imagen de marca; organizar un congreso; etc.
Los eventos nos permiten establecer una relación más estrecha con las personas y que trascienda del interés puramente comercial.
¿Por qué organizar eventos corporativos?
Los eventos nos ayudan a visibilizar y consolidar nuestra imagen de marca. Un evento bien organizado nos dará visibilidad y llegaremos a otros públicos de interés para nosotros, que aún no tienen relación con nuestra empresa y pueden convertirse en potenciales clientes.
La reputación de nuestra imagen se reforzará y mejorará si hay un impacto positivo del evento. Servirá para consolidar nuestra marca tanto entre los asistentes como entre aquellos a los que llegue la repercusión de este evento.
Generamos confianza con las personas con las que interactuamos cara a cara. Generalmente, las relaciones con las personas de nuestro entorno empresarial se desarrollan dentro de un marco comercial o laboral. Durante el evento podemos establecer un vínculo más personal y conocernos mejor, mostrar cómo somos y cuáles son nuestros valores.
Diferenciarnos de la competencia. Tenemos la oportunidad de destacarnos y hacer algo diferente que haga que nuestra marca esté presente en la mente del cliente cuando vaya a tomar una decisión de compra.
Fidelizar y establecer vínculos con nuestra comunidad. Cuando la persona ya conoce nuestra marca y consume nuestros productos y servicios hay que cuidar ese vínculo. No todas las comunicaciones con nuestros clientes deben tener un fin comercial. Un evento es el momento idóneo para estrechar la relación que nos une y escuchar sus necesidades.
Generar beneficios. La inversión realizada en el evento puede traducirse en un incremento de las ventas de nuestros productos y servicios. También podemos generar nuevas oportunidades de negocio con partners que ven en nosotros una marca de confianza.
Disfrutar. La mejor recompensa a nuestro trabajo es disfrutar junto a nuestros invitados el gran día. Nos merecemos pasarlo bien juntos.
Puntos básicos para organizar un evento.
1. Definir el objetivo.
Una vez establecido el objetivo, podemos definir el público objetivo, ¿a quién vamos a invitar? y el tipo de evento que vamos a organizar.
2. Cuándo y dónde se va a realizar.
Si va a asistir alguna personalidad importante, habrá que contrastar previamente que estará disponible en las fechas que nos interesan.
Sé creativo y busca lugares que sorprendan. Queremos causar el mayor impacto en los asistentes y un lugar adecuado, nos ayudará a lograr nuestro objetivo.
3. Presupuesto y planificación.
Una buena planificación nos ayudará a resolver cualquier imprevisto que pueda surgir.
4. Comunicación
5. Analiza el impacto y el resultado.
Hemos resumido mucho todo el trabajo y energía que supone organizar un evento. Es una labor dura y exhaustiva pero que, a la vez, reporta muchos beneficios a las empresas. Desde MQM te animamos a asumir el reto y embarcarte en la organización de un evento corporativo que lleve a tu marca a aprovecharse de las ventajas que hemos expuesto más arriba.
Si no dispones del tiempo suficiente o experiencia para organizarlo tú mismo, no te la juegues con la imagen de tu empresa y recurre a profesionales especializados del sector. Nosotros sabemos cómo optimizar tu presupuesto y diseñar un evento que se ajuste a tu objetivo.