Tu negocio está creciendo y necesitas incorporar personal, pero… ¡ojo! No vale gestionar un equipo de cualquier manera. Cómo te relaciones con ellos, marcará la diferencia.

Según un reciente estudio realizado por InfoJobs (1), los trabajadores españoles buscan que se reconozca su esfuerzo, que les feliciten por su trabajo, que la persona responsable sepa reconocer sus logros, que sea honesto y confiable, que tenga empatía, que sepa trabajar en equipo, que delegue y confíe, entre otros.

Para conseguir que tu equipo te siga, debes ser un líder inspirador y eso sólo lo conseguirás comportándote de esta manera. Dar ejemplo también es clave para transmitirles que su trabajo diario tiene sentido y que es determinante para el crecimiento del negocio.
Además de esto, debes saber que cada persona es diferente. Busca siempre la diversidad y la complementariedad en las cualidades de tu equipo pues las debilidades de una persona las suplirá las fortalezas de otra.

¿Has oído hablar del color de las personas? El cuestionario HBDI (2), es un test muy específico que sirve para determinar cómo es cada miembro de tu equipo.

Con este cuestionario puedes saber si una persona es de color azul, es decir, una persona orientada a los números, analítica, que disfruta haciendo trabajo administrativo o incluso obteniendo KPIs para medir el desempeño. Es el color de los Managers y Directivos.

O quizá podía ser verde. A una persona de este color le encanta planificar y no le gusta la improvisación. Es muy organizada y metódica. Es el color de los jefes de proyecto o los contables, por ejemplo.

En el color rojo, estarán las personas sociables. Se dejan llevar por la emoción, empatizan fácilmente con los demás, son muy habladores y se preocupan por las personas. Aquí encontraremos a los vendedores.

Por último, el amarillo. El color de los creativos, los que proponen ideas para mejorar o los apasionados por la innovación. Los profesionales del área de marketing serán de este color.
Sin embargo, no siempre estamos ubicados claramente en un color determinado. Podemos tener comportamientos de varios colores llegando a ser personas multidominantes. Además, todas las personas pueden llegar a ser Managers con la formación adecuada.

Te contamos todo esto porque si sabes de qué color es cada miembro de tu equipo, tendrás más posibilidades de dirigirlo con éxito. Porque sabrás en qué destaca cada uno, cuál es su personalidad, valores, actitud o qué es lo que le motiva a la hora de trabajar y podrás asignarle tareas específicas en las que rendirá más porque estará más contento.

También podrás dar feedback de manera distinta a los miembros del equipo según su color porque sabrás utilizar las palabras y estilo adecuado en cada caso con el objetivo de que interioricen mejor la información.

Con la persona de color azul, debes ser directo pues odia los rodeos y los mensajes ambiguos. Alguien de color verde preferirá que le traslades la información punto por punto, si puede ser por escrito y en una reunión formal previamente agendada. Los rojos quieren cercanía y delicadeza. Y los amarillos querrán participar en el proceso de feedback, por tanto, deberás dejar el mensaje abierto para que él mismo encuentre el resultado.

No obstante, una cosa es conocer bien a los integrantes de tu equipo y otra muy distinta es creer que les conoces bien. No debes prejuzgar ni poner una etiqueta a alguien siguiendo tus propios juicios o creencias porque esto hará que su desempeño no sea el adecuado.

Este planteamiento viene respaldado por la teoría X e Y de Douglas McGregor (3) que señala que el comportamiento del líder depende en gran medida de la visión que tenga de las personas e identificó dos posiciones extremas:

Supuestos de la Teoría X

  • En general, las personas trabajan lo menos posible.
  • Carecen de ambición.
  • Evitan las responsabilidades.
  • Prefieren que les manden.
  • Se resisten a los cambios.
  • Son crédulas y están mal informadas.
  • Harían muy poco los la empresa si no fuera por la dirección.

Supuestos de la Teoría Y

  • En general, las personas consideran el trabajo natural como el juego.
  • Se auto-dirigen hacia la consecución de los objetivos que se les confían.
  • En ciertas condiciones, busca responsabilidades.
  • Tienen imaginación y creatividad.
    Sienten motivación y desean perfeccionarse.
  • Asumen los objetivos de la empresa si reciben compensaciones por lograrlo.

McGregor señaló que la visión que el líder tiene de sus subordinados influye en el comportamiento de éstos. Es decir, aunque en principio esa creencia sea equivocada, se convierte en una realidad. O, en otras palabras, si un líder piensa que sus trabajadores son como los describe la teoría X, utilizará un estilo de liderazgo autoritario y, tras un periodo de tiempo, los empleados se rebelarán evitando responsabilidades, trabajando lo menos posible, y, en definitiva, asumiendo las conductas señaladas en la teoría X.

Por el contrario, si el líder estima que sus trabajadores son como los describe la teoría Y, entonces empleará un estilo más democrático, motivará a los empleados, les dará responsabilidades, delegará tareas, fomentará la cooperación, les otorgará autoridad y autonomía y… tras un periodo de tiempo, sus subordinados responderán con madurez, responsabilidad y gusto por el trabajo.

Como ves, la gestión de personas no es fácil y requiere disponer de muchas habilidades blandas para conseguir dominar esta área. El desarrollo de las habilidades blandas (soft skills) está a tu alcance. Pueden ser aprendidas y entrenadas.
Algo que te ayudará siempre es actuar con respeto y la confianza, pues son la base para poder relacionarnos. Así conseguirás relaciones efectivas.

 

Y tú, ¿buscas un equipo de alto rendimiento?

 

2 The Herrmann Brain Dominance Instrument. Cerebro Completo de Ned Herrmann.

3 Pérez Gorostegui, Eduardo: Introducción a la Economía de la Empresa. Editorial Ramón Areces. Madrid, 2006. Capítulo 2: El proceso de Dirección de la Empresa. Página 41.