Si hay algo de lo que pueda presumir un empresario de óptica hoy día, es de las grandes oportunidades que tiene frente a sí de hacer algo diferente. La diferenciación es lo que ha permitido a las empresas más reconocidas en cualquier sector, encontrar esa posición destacada en su mercado y ganarse el reconocimiento y la confianza de los consumidores.
La diferenciación requiere convencimiento, determinación, atrevimiento y constancia, y por encima de todas ellas, confianza. Estas cualidades no son fáciles de encontrar particularmente en esta explosiva combinación, sin embargo están presentes en la mayor parte de los empresarios, esperando incorporarse a la fórmula magistral que funcionará a favor de sus objetivos de negocio.
Para llegar a combinar apropiadamente todos esos ingredientes, que conducen al éxito, dentro de una organización, es, en muchas ocasiones, muy útil el apoyo en un proceso de coaching, a través del cual abordar un cambio de cultura de empresa, de modelos de comunicación y colaboración, y acompañar esa transformación con un empoderamiento de las personas, motivando su compromiso y una nueva actitud más proactiva y más enriquecedora.
El coaching es una poderosa herramienta en la mejora continua de las personas, los equipos y las empresas, y particularmente en los momentos de cambio, ampliamente implementada en Estados Unidos desde hace años, y a la que cada vez más empresas están recurriendo en nuestro país para sus procesos de transformación.
“El coaching ayuda a desarrollar la capacidad para motivar y comprometer a los equipos”
– Lourdes Fernández de la Riva, Directora de RRHH de CORREOS.